miércoles, 24 de mayo de 2017

Capítulo 1: Encuentro

Lo conocí una noche de invierno, estaba nevando y las luces de la calle iluminaban mi rostro, me sentía sola, había huido de casa porque ya no aguantaba más la situación.
Me senté en un banco en un parque, aquel pequeño parque al que había ido de pequeña... con mis dos padres. La nostalgia invadió mi cuerpo y una sensación punzante de calidez y dolor me invadió, echaba tanto de menos aquellos días, pero lo sabía, los recuerdos recuerdos son.
Hay cosas que nunca podrán volver, sencillamente porque son irremediables, la muerte no la puede curar nadie.
Mis ojos se humedecieron, esos recuerdos rasgaban aquella máscara que llevaba desde hacía tantos años al recordar una y otra vez aquella voz de tontorrón que tenía mi padre cuando me veía correteando por el parque mientras soñaba despierta. Soñar despierta... es algo tan mío que creo que lo patentaré algún día.
Me senté en el balancín que habían puesto hacía unos años, no subía a uno desde que ingresé en la secundaria, más o menos desde que las cosas habían empezado a salir mal,
Aquel balancín proyectaba en mi una pequeña sensación de calidez, como si el tiempo volviese atrás por unos momentos, como si me abrazara, como si mi padre me abrazara tiernamente.
"Lo echo de menos", pensé para mi, puede que no fuese el mejor padre del mundo, pero realmente lo amaba.
Fue entonces cuando empecé a oír pasos que venían hacia mí, me sorprendió ver a alguien de mi edad ¿Qué hacía ahí a esas horas en este pueblo de mala muerte?
Para mi sorpresa no me dirigió la palabra, sencillamente se sentó en el banco que había cerca del balancín y se quedó callado durante un rato.
Poco después me dijo que realmente no esperaba que hubiese nadie allí y que si le podía guardar el secreto.
No entendí muy bien a lo que refería ¿Secreto? ¿Qué secreto es el hecho de ir a un aburrido parque por la noche? Además, tampoco era tan tarde como para pensar que se había escapado de casa, pero bueno, de todas formas era alguien que no conocía así que no tendría ningún problema en guardarle el "secreto".
Él se tumbó en el banco y se dispuso a mirar las estrellas, ese chico realmente me daba mucha curiosidad así que decidí sentarme en el banco que había al lado y tumbarme al igual que él a mirar las estrellas."¿Qué será lo que le ha llevado hasta aquí? Realmente me gustaría ponerme en su lugar ¿Qué será lo que está pensando?" me preguntaba a mi misma mientras aquellos puntitos brillantes se clavaban en mi retina "Esto es realmente relajante".
Fue entonces cuando él inició la conversación "¿Sabías que esa es la estrella polar? Me gusta mirarla cuando me siento perdido, es como si me guiara, como lo hacía con los antiguos navegantes".
"¿Eso quiere decir que te sientes perdido?" pregunté sin penar, cuando me di cuenta de lo que había dicho me disculpé inmediatamente,pero él contestó sin vacilar "Sí, me siento perdido".
Nos quedamos en silencio un buen rato, de hecho, no dijimos nada más hasta que me marché. Pero en lugar de sentirme incómoda por el silencio, me sentí relajada, como si él me entendiese, como si nuestras emociones fuesen las mismas.
Al despedirnos le pregunté si nos volveríamos a ver, él sonrió tiernamente y me contestó que "Por supuesto, no todos los días puedo encontrar a alguien que respete mi silencio".
Cuando volví a casa, desee con todas mis fuerzas encontrarme con él nuevamente. Me trasmitía confianza, como si fuésemos las únicas personas del mundo, como si solo nosotros lográramos entendernos.
Durante las siguientes semanas fui a ese parque cada noche con la esperanza de volver a encontrármelo, pero eso nunca sucedió.
Esa noche ocurrió algo, no se que pasó pero... hace unos días descubrí que aquella despedida fueron sus últimas palabras.
Encontraron su cuerpo en la orilla del río y no saben que sucedió, pero no parecía un suicidio...
y yo... tampoco creo que lo fuese.

martes, 26 de noviembre de 2013

Amistad digital

Silvia era una niña con poca autoestima, se veía gorda, fea y sucia. por ello no solía hablar con nadie por miedo a que la rechazaran, lo único que hacía era sentarse en un rincón de la clase y observar a sus compañeros mientras soñaba con poder ser uno de ellos.

Un buen día Silvia reunió fuerzas y les preguntó si querían jugar con ella a lo que respondieron con tono burlesco "el escarabajo quiere jugar con nosotros, será mejor que le dejemos jugar", acto seguido jugaron a "lucha libre" con la pobre niña que al final salió corriendo mientras lloraba a su casa.

Las cosas no fueron a mejor en su adolescencia, ella era alguien que siempre se quedaba en las sombras, era la única con quien nadie quería estar  y se pasaba la vida soñando con tener al menos una amistad.
Después de unos años las cosas "mejoraron" un poco...
Ilusionada ayudaba a todos los compañeros con sus tareas y problemas, pero esa ayuda nunca le llegaba a ella, sencillamente la utilizaban pero para ella era más que suficiente "soy útil para alguien" se repetía a si misma con una sonrisa.

Pero después de un tiempo esa sensación ya no la llenaba, quería tener a alguien en quien confiar, un amigo de verdad que la quisiera por como es.
Así fue como empezó a chatear con otras personas por la web y fue en aquel entonces que conoció a Julia, una chica de Madrid a la que le ocurría lo mismo, se entendían y ayudaban, se preocupaban la una por la otra... Silvia había encontrado por fin una amiga de verdad .
Chatearon durante meses, años hasta el día en que Julia se marchó a la universidad, allí compartía piso con algunas personas que decidieron no poner Internet y esa fue la perdición de la bonita relación de Silvia y Julia.
 Después de mucho tiempo intentó contactar con Silvia, pero todo relacionado con ella había desaparecido, ya no existía.
De hecho Silvia había pensado que Julia era como todos los demás, que en realidad solo la había utilizado para desahogar sus penas y que al pasar tanto tiempo hablando se había hartado de ella, por ello finalmente habría inventado alguna excusa para no hablarle más. Así que decidió borrar todo lo relacionado con ella, a causa del dolor que sentía al recordar aquella amistad que nunca fue.


Pasaron años y le diagnosticaron a Silvia un cáncer que acabaría con ella en pocos meses. En aquellos momentos ella recordó las cosas más importantes de su vida y lo más importante fue Julia, aunque hubiese sido una falsa amistad, aunque la hubiese engañado, habían sido los momentos más felices de su vida... Lo único que ella deseaba era poder ver a Julia en persona al menos una vez, así que le pidió a su madre que la encontrara y la encontró.

Una cálida brisa acariciaba el rostro de Julia , olía a flores e incienso...una mujer la abrazaba mientras a ambas  les caían lágrimas de los ojos "Silvia ya no está, Silvia se ha ido" repetía la madre de Silvia, esa fue su despedida

Julia nunca olvidará a Silvia y todo lo que le enseñó, nunca olvidará aquella amistad que recorrió kilómetros y rompió la barrera de la realidad, jamás se perdonará a si misma por no haber podido decirle "te quiero" junto con una sonrisa ni una sola vez

Todos tenemos derecho a amar

Esta vez hablaré de un tema que me toca mucho la moral, la homofobia, es verdad que yo "no tengo nada que ver" porque soy heterosexual, pero también tengo ojos y corazón, por eso mismo no lo soporto.
Hay una cosa que no entiendo de la homofobia y es ¿A vosotros que os importa la tendencia sexual de alguien? a alguien le gustan las mujeres, los hombres, las dos cosas ¿Que más os da? ¿Os vais a morir porque haya homosexuales y bisexuales? NO ES UNA ENFERMEDAD, NO ES ALGO ANTINATURAL, más bien es todo lo contrario... ¡se trata de unos sentimientos igual de validos que los de cualquier otra persona!
No soporto a esas "personas" que matan a otras por su orientación sexual ¿Estáis subnormales o que?¿En serio estamos en el siglo XXI?¿Yo te mato a ti por querer a tu mujer o a tu marido? No, pues ya sabes que es lo que no tienes que hacer.
A mis oídos han llegado más de una vez palabras como"lo homosexuales están enfermos y la enfermedad se está extendiendo, deberían matarlos a todos para solucionar el problema" y yo en plan "¿Y si te matamos a ti por gilipollas?".
Soy de la opinión que lo importante son los sentimientos y no el sexo al que están dirigidos, porque todos somos humanos y tenemos derecho a amar, porque todos somos iguales (si, la igualdad existe aunque para esta sociedad parece más un mito que una realidad) y nadie tiene el porque de juzgar a otros, aun menos si se trata de algo tan precioso como el amor.

Tengo amigos homosexuales a los que sus padres les han echado de casa por serlo, SUS PROPIOS PADRES ¿como pueden ser así con su propio hijo? Se supone que deberían amarlo con sus virtudes y defectos, eso incluye su orientación sexual... pero no, prefieren hacerle daño y expulsarlo de sus vidas.

Pues ¿Sabéis que? Que si no los queréis vosotros ya los mimare yo.
Si mi hij@ fuese homosexual yo estaría orgullosa, orgullosa de que no lo escondiera, orgullosa de que fuera él mi hijo,eso es una madre de verdad, la que le quiere sin importar que .

En definitiva, que esos infelices deberían de callar y dejar ser feliz al resto

miércoles, 6 de noviembre de 2013

sentada en una bola, desnuda

Como podéis imaginar gracias al título voy a hablaros de una cantante actual, si, es ella, esa que tanta polémica está causando, Miley Cyrus.

Para mi esa forma de "vender" su música no tiene ningún mérito, es cierto que tiene una buena voz, es cierto que hay letras que son bonitas (escasas), pero eso de sentarse desnuda en una bola... no se, hay muchas formas de mostrar sentimientos sin tener que "zorrearse" por el videoclip,por cierto, a eso de chupar un martillo yo no le veo el sentimiento en ningún sitio. Esta mujer no tiene merito alguno, bueno si, si suponemos que la voz de las canciones es realmente su voz y no se trata de un ordenador que canta por ella.


Hay muchos cantantes con una voz que para mi es mil veces mejor que la de este personaje y no tienen ni la mitad de éxito, pero claro, como vivimos en la sociedad en que vivimos,lo que más importa es la imagen y aún más si se trata de una chica desnuda.


Lo que a mi parecer hace esta "artista" es calentar penes/coños para ganarse popularidad y a su vez las criticas que personas como yo hacemos aún se la aumentan más, por desgracia.


La verdad, esa chica más que cantante debería ser actriz porno, el papel le va mejor.


Lo que me encanta es ver, o mejor dicho leer, los comentarios de apoyo de muchas supuestas bolleras, esas mismas que hasta que no salió el polémico videoclip "wercking ball" no se acordaron de la existencia de dicha cantante, ¿que coincidencia no?


Os aseguro que si Miley Cyrus pesara unos 50 kg más no hubiera tenido éxito directamente.


Y bueno queridos lectores, reo que todo lo que tenía que decir respecto a este tema está dicho, este "artículo" es corto, pero la verdad, no me apetece darle más fama a alguien que no se la merece.



PD: siento poner comas todo el tiempo, pero me encantan las comas  


martes, 29 de octubre de 2013

para aquellas personas que no ven más allá de sus tetas

Cada vez veo más casos de gente que se infravalora a si misma, gente que a pesar de ser preciosa, no solo físicamente sino también psicológicamente, se mira mal a si misma por no tener un tamaño de tetas determinado o salirse un poco de la "talla ideal de cadera".

Luego también están esas personas, si, esas personas que me causan una asombrosa carcajada, las que dicen no quererse pero que luego presumen de ser "mas bonitas que...", "tener más tetas que..." o se atreven a juzgar a alguien por su físico. Esas mismas que suben 37583758 fotos de "su rostro" que inlcuyen 50% de tetas y el otro 50% son el decorado de fondo y la cara, el supuesto elemento principal.

 Ellas lo único que quieren es alimentar más su ego, dicen "que fea soy, no me quiero" seguida de esta foto, con el propósito de que el resto de personas, así de tontos estamos, le digan "no, que va, pero si tu eres preciosa". Y mientras esta persona solo hace que tener una autoestima a niveles astronómicos otra persona que de verdad no se quiere se calla, mirando triste a su espejo, odiando cada centímetro de su cuerpo, pero eso si, nunca se le ocurriría subir una foto suya, ni tampoco pedirle la opinión a los demás sobre que piensan de su cuerpo, por el simple hecho de que TEME que le digan lo que para ella es tan cierto.
Pero claro, ahora esta de moda "no quererse", ahora esta de moda parecer no ser superficial,ahora esta de moda no seguir modas, ahora está de moda ser "bisexual" o "pansexual", modas, modas y más modas. Yo a esas personas más que decirles "lo guapas que son" yo les daría una hostia, pero de esas bien dadas.

Lo más gracioso es que se ve que no saben que las personas envejecemos, que en un momento u otro de nuestras vidas nos volveremos "feos", que por más preciosa o pechugona seas de joven de mayor tendrás esas mismas pechugas caídas, tu cara se arrugará, tu cuerpo esbelto se llenará de marcas, varices... y te sobrarán unos quilos ¿sabéis lo mejor? Que solo quedará vuestra personalidad, exacto, esa personalidad tan horrible.
Os aseguro que si esa gente continua con ese egoísmo e inmadurez acabará sola no, solísima ;porque las personas estamos tontas, pero no tanto, aunque intentes ocultar "tu aunténtica personalidad" no puedes hacerlo para siempre, porque la esencia sale tarde o temprano.

Lo mejor es que la belleza depende de una mirada que nos elige por unas razones menos baladíes que unas tetas más o menos ubérrimas; una mirada que nos acepta con nuestras decrepitudes y adiposidades, con nuestro lastre de honrosas arrugas y confortables michelines;aquella que desea envejecer a nuestro lado, que se enorgullece de nuestras tetas esmirriadas y nuestra coronilla alopédica, aquella que no sabría que hacer sin mirarnos.

 Hay muchos padres que son el ejemplo de criaturas imperfectas y alegremente enamoradas, ya que la felicidad no depende de una belleza material, más bien dependen de los sueños, de las ilusiones, de las risas, del bienestar que te puede dar una persona y ante todo el amor verdadero, algo que va más allá de la atracción física.

 En definitiva, el tamaño de las tetas carece de importancia ya que la belleza no la dictaminan unas modas tontorrosas sino la conformidad satisfecha con el reparto de dones que la naturaleza nos ha adjudicado junto con aquella mirada que nos juzgará por lo que somos y no por lo que aparentamos.